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Fisioterapia geriátrica

La Fisioterapia geriátrica es una disciplina de tratamiento de personas mayores. En este tipo de pacientes, debemos facilitar la conservación de sus aptitudes funcionales, psicológicas y psicomotrices.

La inactividad y el sedentarismo, puede producir lo que se denomina sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular producida por el envejecimiento.

Realizamos ejercicios de movilidad, fortalecimiento muscular, coordinación, equilibrio y agilidad para conseguir una mejora de la calidad de vida de estos pacientes, mejorar y prevenir factores de riesgo, evitando o retardando de esta forma la aparición de la enfermedad y evitar el riesgo de caída.

  • Reducir el dolor
  • Mejorar la sensibilidad y la propiocepción de las articulaciones
  • Mejorar el estado físico general a través de programas de ejercicio (psicomotricidad)
  • Evitar caídas
  • Reeducación de la marcha
  • Aumentar, recuperar o mantener el rango de movimiento, la fuerza muscular, flexibilidad, coordinación, equilibrio y resistencia
  • Enseñar las transferencias al paciente para preservar la  autonomía
Preventiva

Trabajo de la amplitud articular, fuerza, equilibrio y coordinación para prevenir caídas y mantener una máxima independencia

Diagnóstica

Valoración de la lesión, molestia o dolor.

Terapéutica

Tratamiento de lesiones

Este tipo de  fisioterapia va dirigida a todas las personas mayores. Actuará tanto para prevenir lesiones o enfermedades, como para mejorar la calidad de vida y funcionalidad en estos pacientes.

Las personas mayores representan un grupo de riesgo para ciertas enfermedades que suelen relacionarse con el envejecimiento. Estás enfermedades son las conocidas como enfermedades crónicas. Éstas son todas aquellas enfermedades de larga duración con progresión lenta. Este tipo de enfermedades pueden aparecer a cualquier edad, pero se desarrollan con más frecuencia en edades avanzadas.  A continuación, nombramos algunas de las enfermedades más comunes que pueden desarrollarse en las personas mayores:

  • Limitaciones funcionales relacionadas con la movilidad
  • Desórdenes de la coordinación y el equilibrio
  • Fracturas o prótesis
  • Artritis o artrosis
  • Osteoporosis
  • Accidente cerebro-vascular (ACV) o Ictus
  • Parkinson
  • Amputaciones
  • Alzheimer o demencia

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